La Epiphone Hummingbird Studio es una guitarra que evoca la esencia de los modelos icónicos sin disparar su precio. Con una construcción que mezcla maderas seleccionadas y un sistema electrónico funcional, es una opción atractiva para quienes buscan un instrumento versátil sin salir de la gama media.
Construcción y Materiales: Esta guitarra mantiene la estética clásica de la serie Hummingbird, con un golpeador decorado que la hace inconfundible. Su tapa de Pícea maciza contribuye a un sonido equilibrado, mientras que los aros y el fondo de Caoba laminada refuerzan su calidez tonal. Aunque este tipo de construcción limita la proyección en comparación con modelos de gama alta, el resultado es más que suficiente para prácticamente cualquier situación. El mástil, también de Caoba, presenta un perfil cómodo para distintas formas de tocar. El diapasón de Pau Ferro, con incrustaciones de paralelogramo dividido, añade un toque visual distintivo sin afectar la funcionalidad del instrumento.
Sonido: Calidez con Equilibrio: La combinación de Pícea y Caoba da como resultado un tono clásico, con medios definidos y graves controlados. Su respuesta es adecuada tanto para rasgueos como para punteos, aunque su carácter dá un mejor rendimiento en estilos donde la calidez juega un papel importante. En comparación con modelos superiores, puede carecer de cierta riqueza armónica, pero esto es de esperar en su rango de precio. Su comportamiento en mezclas es estable, lo que la hace una buena elección para grabaciones caseras o presentaciones amplificadas.
Clavijero y Estabilidad de Afinación: Los afinadores Grover 14:1 son una mejora notable dentro de esta categoría. Ofrecen una afinación estable y precisa, evitando los problemas típicos de mecánicas genéricas. Con un mantenimiento adecuado y un encordado correcto, la guitarra mantiene la afinación de forma confiable incluso en sesiones largas.
Electrónica: Funcional, sin Artificios: Equipada con un sistema Fishman Sonitone, la Epiphone Hummingbird Studio ofrece una amplificación fiable sin complicaciones. Este preamplificador, ubicado dentro de la boca de la guitarra, permite ajustar volumen y tono de manera sencilla. No cuenta con ecualización avanzada ni afinador integrado, pero cumple su función sin colorear excesivamente el sonido natural del instrumento. Si bien no es el sistema más sofisticado del mercado, responde bien en entornos amplificados y mantiene la esencia del sonido acústico. El sistema requiere una pila de 9V (no incluida)