La Squier Jaguar Classic Vibe '70s no busca presumir de linaje, ni competir con ediciones premium. Su propuesta es otra: acercar el espíritu de los años 70 a músicos que valoran el diseño clásico, el confort en la ejecución y una estética que ha resistido el paso del tiempo. Con esta Jaguar, Squier no intenta reinventar nada, pero sí perfeccionar una fórmula probada dentro de un rango de precio contenido.
Diseño con personalidad: una silueta inconfundible: El modelo Jaguar nació en 1962 como respuesta a los gustos cambiantes del mercado estadounidense. Su cuerpo offset, más corto que el de una Stratocaster o Telecaster, fue una apuesta arriesgada en su día. Hoy, sin embargo, ese diseño se ha convertido en un icono del surf rock, del garage alternativo y del indie más underground. La versión Classic Vibe '70s reproduce fielmente esa forma original: contornos asimétricos, cavidades perfectamente equilibradas para tocar de pie o sentado, y una ergonomía que beneficia tanto a guitarristas jóvenes como a manos más experimentadas que buscan comodidad. El acabado brillante del mástil, con un sutil tinte vintage, da una sensación cercana a los instrumentos más antiguos sin caer en la caricatura. Los herrajes niquelados y el logo estilo '70s completan el homenaje estético. En definitiva, esta guitarra no solo se ve como una Jaguar de época: lo parece también cuando la sostienes por primera vez.
Escala corta, gran comodidad: Uno de los rasgos más distintivos de la Jaguar es su escala de 24 pulgadas. Esta medida, más corta que las habituales 25,5", afecta directamente a la experiencia de ejecución. Menor tensión de las cuerdas: lo que se traduce en bends más suaves y menos fatiga en largas sesiones. Accesibilidad: ideal para manos pequeñas o para quienes priorizan la agilidad en los trastes inferiores. Saturación diferente: al tener menos tensión, las cuerdas tienden a generar un sonido más cálido y redondo, especialmente perceptible en registros medios y graves. El mástil con perfil en “C” delgado complementa bien esa escala. No es un mástil ultrafino, pero tampoco resulta robusto. Se sitúa en un punto medio que contentará a la mayoría. El diapasón, con radio de 9,5”, permite una transición fluida entre acordes y frases melódicas sin necesidad de adaptación previa.
Dos pastillas simples con carácter y tono definido: Uno de los puntos fuertes de esta Jaguar son sus pastillas diseñadas por Fender. Se trata de dos single coil de alnico, que aportan un sonido con bastante más claridad y presencia que el que se suele esperar en esta gama. En posiciones limpias, se obtiene un sonido brillante, con ataque pronunciado y buena definición entre cuerdas. Con overdrive o distorsión moderada, se percibe un timbre crujiente, muy expresivo en registros medios-altos. El selector de pastillas de estilo Jaguar, con sus múltiples interruptores, ofrece un abanico de combinaciones poco habitual en otras guitarras de esta gama. No es una guitarra que destaque por su potencia bruta, pero sí por su capacidad de articular bien cada nota. Esto la convierte en una herramienta interesante tanto para estilos rítmicos como para líneas melódicas definidas.